sábado, 12 de junio de 2010

REFLEXION FINAL....PENSAMIENTO INICIAL.

El curso llega a su fin. Ya tenemos ganas todos, alumnos y profesores. Los padres igual son los que menos ganas tienen de que esto se acabe. Estamos cansados, pero ya es el momento de empezar a pensar en lo que nos viene.
Soy profesor en secundaria y este año el gobierno ha repartido a los alumnos de 5 de primaria los ordenadores para que se apliquen en el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo que quiere decir que en dos cursos tendremos ciberalumnos en nuestras aulas de secundaria a los que deberemos de satisfacer en sus expectativas. Deberemos de cambiar nuestra metodología, nuestro concepto de enseñanza, y en eso estamos.
El otro día en uno de nuestras reuniones comentabamos que el centro escolar ha de dar un cambio significativo. Dicho cambio ya nos lo marca la actual ley de educación y deberemos espabilar.
En época de nuestros padres el colegio era el lugar en el que se adquirían conocimientos. si algo había que saber se aprendía en el colegio, nuestros abuelos sabían que el Ebro pasaba por Zaragoza por que lo habían visto en la Enciclopedia. Nuestros alumnos, hoy en día, tienen infinitas posibilidades de aprender, de recoger información, de buscar la aplicación a lo aprendido, (yo, analfabeto en matemáticas sigo sin comprender para que sirve un logaritmo o que aplicación cotidiana tiene una ecuación de segundo grado), en cambio nuestros alumnos pueden verlo, pueden palparlo.
Se abre, si no lleva abierta ya mucho tiempo, una nueva era. Hay que seguir enseñándoles, pero no cosas sino métodos, sistemas, fórmulas,... para que ellos sean capaces de aprender cosas, cosas que a la velocidad a la que vamos variarán cada poco tiempo, será un aprender en constante evolución porque pobre de aquel que crea que terminar sus estudios termina de estudiar. Se quedará obsoleto antes de empezar a trabajar.
Ese deberá ser nuestro objetivo educativo. Enseñar a seguir aprendiendo, ser independientes en su aprendizaje en equipo, llegar a ser multiculturales, multilingues, multidisciplinares, ser especialistas en medio de un saber del hombre del Renacimiento.
Y manejar nuevas herramientas, que cambian a la velocidad del rayo y se basan en los pilares fundamentales del aprendizaje y que jamás podremos abandonar, por ello ruego, pido encarecidamente a los pensadores, legisladores, profesores de educación infantil que vuelvan a jugar con la plastilina, que chapoteen en el barro, que se manchen las manos con pintura y que todo ello sea real, no virtual, y a los profesores de primaria que se ocupen y preocupen de que sus alumnos lean, lean y lean y que entiendan lo que leen y que sean capaces de contar una película al compañero y describir la cara del compañero, hacerse heridas en las rodillas jugando en el patio y dominen las cuatro operaciones matemáticas básicas, que calculen por aproximación, exacto, mentalmente, con boligrafo, con calculadora, en definitiva que se cansen de leer y escribir, de sumar, restar, multiplicar y dividir y que todo ello se haga con una sonrisa y en un entorno real, no virtual.
Si ponemos bien la base, si el árbol está bien plantado, crecerá y dará sombra, dará fruto, anidarán los pájaros, tendrá vida y crecerá.