lunes, 23 de noviembre de 2009

Suspensos de la primera evalluación (yIV)


La pregunta era ¿Que hacemos con estos fiambres?. Somos los profesores los que mirando al alumno, a la sociedad, a la familia, a la materia,... a todos los datos de los que podamos disponer, hemos de proponer.
Todos tendremos que trabajar, en mayor o menor medida, pero los profesionales de la educación, hemos de estudiar la situación y proponer soluciones.
¿Puede un profesor quedarse tranquilo con su trabajo si el 65% de sus alumnos no llegan a alcanzar los objetivos propuestos?. ¿Qué ha de suceder si tras trabajar una unidad didáctica comprobamos que no ha sido suficientemente interiorizada por nuestros alumnos?.
La imaginación al poder, hay que cambiar, "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" (Albert Einstein). Replanteemos la situación, ¿qué puedo hacer para que se den cuenta de la importancia y uso de lo que estamos trabajando?, ¿que tengo que plantear para que se motiven a trabajar en mi propuesta?, ¿que puedo plantear para que logren buenos resultados que les motiven a seguir trabajando en ello?, ¿hasta dónde tengo que "retroceder" para que mis alumnos se puedan volver a "enganchar" y se automotiven en el trabajo?.
¿Y el temario?, buena pregunta si antes contestamos a esta otra: ¿para qué vamos a dar el temario si hace tiempo nuestros alumnos no nos siguen?.
¿y los que trabajan y sí siguen, y obtienen buenos resultados?, pues que nos ayuden.
Podría tratarse de implicara todos los alumnos en nuestros procesos de enseñanza-aprendizaje, que se ayuden entre ellos, que colaboren en trabajos en grupo, que se exijan entre ellos y que aumente la autoexijencia, que se controlen y autocontrolen y que acudan a nosotros, los profesores cuando nos necesiten.Todos pueden ayudar a todos. Hay que tejer un "tela de araña" que les haga interdependientes en su aprendizaje. "Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas" (Albert Einstein).
Las clases magistrales agonizan. son monólogos en los que pocos actúan como receptores y de las que no podemos estar tranquilos porque nosotros "lo hemos explicado, pero es que ellos no atienden".
Hace algún tiempo he llegado a convencerme de que al igual que un cocinero de un restaurante es uno de los mayores responsables, ( no el único), de la satisfacción de los clientes de dicho restaurante por la forma proponer menús, elaborar los platos, presentación, rapidez,... yo, como profesor soy uno de los máximos responsables, (no el único), de la satisfacción de mis alumnos y si para lograrlo he de adaptar los menús, disminuir la cantidad de sal y especias que utilizo, las cantidades de cada ración, la composición de las salsas,... pues lo haré y revisaré los objetivos que hemos de lograr y adecuaré la temporalización necesaria y planificaré los trabajos en equipos, y aumentar la dedicación personal a los que más lo necesiten y reagruparé a los alumnos, y seré más cercano o más serio y estricto y les demostraré que me preocupo por ellos y por su satisfacción más que por los contenidos, ejercicios y exámenes, nota final y media.





Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Suspensos de la primera evaluación (III)




Perdón, hay que centrarse, no se trata de quitar responsabilidad a los alumno por sus resultados ni a los padres por el cada vez menor apoyo a sus hijos y la reducida presencia en casa, claro que no. También hay que tener en cuenta que el sistema educativo ha sufrido tantas variaciones en los últimos años que ya ni sabemos donde nos encontramos ni a donde tenemos que ir.Antes sabíamos que había que aprender. Ya está. La solución es muy sencilla ¿Qué hay que enseñar? "Este temario". Vale, pues hay que memorizarlo y punto.

¿Cómo vamos a trabajar?.
Clases magistrales, tomar apuntes, ejercicios para clase, ejercicios para casa, repaso de la lección impartida, examen y nota final. Un esquema sencillo y claro.
Pero claro hemos evolucionado y la sociedad nos demanda que no solo nos quedemos en los contenidos, que las capacidades de nuestros alumnos son muy diferentes y a todos no se les puede pedir lo mismo ni medir por el mismo rasero, que la enseñanza, aunque sea en grupos de 30 a 35 alumnos ha de ser individualizada y que al mismo tiempo hemos de medir el interés y esfuerzo que realiza el alumno, su actitud ante la materia trabajada, su metodología y también los logros obtenidos con esa actitud, esfuerzo y método.

¿Cómo vamos a trabajar, ahora?Clases magistrales, tomar apuntes, ejercicios para clase, ejercicios para casa, repaso de la lección impartida, examen y nota final. Un esquema sencillo y claro.
Pero seguimos evolucionando y ya no se trata solo de certificar que nuestros alumnos son capaces para hacer, manejar, desenvolverse en la vida, no. Ahora hemos de evaluar si con competentes, osea no solo si serían capaces de desenvolverse en esta sociedad sino si son competentes, si ya, al nivel que les corresponde son capaces de hacerlo y ver de que manera lo que trabajamos en la escuela es útil para lograr el máximo desarrollo de todas las competencias marcadas desde Europa, Estado Español y Comunidad Autónoma correspondiente.

¿Cómo vamos a trabajar, ahora?Clases magistrales, tomar apuntes, ejercicios para clase, ejercicios para casa, repaso de la lección impartida, examen y nota final. Un esquema sencillo y claro.

Espera, espera, muy crítico, muy fatalista, la culpa desde los contínuos cambios legislativos y de la desorientación pedagógica de licenciados que ejercen de profesores pero esa no es la pregunta. Te la recuerdo ¿qué hacemos con los fiambres?

viernes, 20 de noviembre de 2009

Suspensos de la primera evaluación (II)


Claro que no se trata de restar responsabilidad al que es responsable, pero no es el único responsable. Desde luego que no. Si los padres estuvieran más tiempo en casa, si dedicaran más horas a los hijos y a sus estudios, si los padres no dejaran a los chavales horas y horas solos en sus habitaciones con el teléfono, ordenador, televisión, radio, mp3, play station, wii,... , sin nadie que controle lo que hacen en esas horas y que además dicen ¡que están estudiando! . si los padres tuvieran la suficiente dedicación como para preguntarles la lección, preocuparse por los deberes, por las relaciones con otros chicos y chicas de clase y del entorno, si a los padres les preocuparan más los resultados académicos que el destino de las próximas vacaciones, ...

PARA EL CARRO. Otra vez nos hemos equivocado, la pregunta no es ¿que han de hacer los padres con esos fiambres?

jueves, 19 de noviembre de 2009

Los suspensos de la primera evaluación (I)


Siempre, tras una sesión de evaluación, quedan víctimas en el camino, normalmente heridos y algunos de gravedad. Lo malo es cuando quedan muertos. Son aquellos alumnos que, por la razón que sea han sacado unos resultados muy por debajo de lo que ellos, en su candidez juvenil, esperaban.

¿Que hacemos con estos fiambres?
(Alguien puede estar pensando en este momento que el vocabulario bélico que utilizo no es el apropiado para este tema. Una aclaración. No les llamaré nunca fracasados. simplemente victimas del sistema educativo y del profesorado que tenemos.)
Si la pregunta se la hacemos a un profesor podemos estar totalmente convencidos de que la respuesta será en tercera persona del singular. Algunos ejemplos que pueden ser utilizados en todos los casos que se nos ocurran:
- Debe de esforzarse más.
- Tiene que centrase en el trabajo.
- Debería de estar más motivado.
- Está muy despistado, debe aprovechar mejor el tiempo.
- La clase es muy importante debe de estar atento y preguntar cuando no entienda algo.
- Es urgente que estudie.
- Que no se deje influir por algunas compañías que no le ayudan en nada.
- Debería de cambiar el método de estudio.
- Debería tener un método de estudio.
- Debe de trabajar todos los días no sólo en fechas de exámenes.
- Es un desorganizado debe de trabajar la organización del tiempo.
- Necesita clases de refuerzo.
- Está muy perdido debe de ponerse al día.
- ¡Que empiece a trabajar ya!, ...

y así cientos de respuestas que todos hemos oido o usado en alguna ocasión, bien en las sesiones de evaluación, como en la tutorías, como en las entrevistas con padres/madres. Pero la pregunta no es ¿que tiene que hacer el "fiambre"?